Por qué una agencia de traducción especializada en chino es mejor que un traductor automático

Hoy en día existen muchos sistemas de traducción automática online que, de forma inmediata, permiten convertir textos de un idioma a otra. Sin embargo, la calidad del resultado no se puede comparar con el de una agencia de traducción. Especialmente si interviene una lengua tan compleja como es el chino

 

Razones para no utilizar un traductor automático

Los traductores automáticos son herramientas útiles cuando necesitamos conocer el significado aproximado de un texto rápidamente. Cuando, por ejemplo, recibimos un email de un cliente extranjero y queremos saber lo que dice.

Pero hay que saber que en la traducción automática no interviene ningún traductor ni lingüista. Es una máquina, por así decirlo, que se encarga de buscar frases similares a las originales en una enorme base de datos y sugiere las que cree que se aproximan más. Sin embargo, los textos que propone nunca han sido verificados ni tampoco se puede confirmar que hayan sido escritos por un nativo. Por lo tanto, es muy probable que la traducción contenga errores graves de significado y gramática. Además, estos sistemas no ofrecen ningún tipo de confidencialidad y ni garantías de calidad.

Google Translate, por ejemplo, utiliza los textos que encuentra en Internet para realizar las traducciones que se le requieren. Y, como ya sabemos, en la web es común encontrar errores de todo tipo.

Por eso, para cualquier tipo de documento, aunque especialmente aquellos oficiales o públicos, es importante contar con los servicios de una agencia de traducción que garantice la calidad y la fidelidad con respecto al texto original.

¿Por qué? Aquí explicamos algunas de las razones principales:

 

1. Un traductor automático no garantiza la calidad del texto

A pesar de haber mejorado mucho durante los años, la traducción automática no ha alcanzado aún un nivel óptimo de calidad. El lenguaje es complejo y evoluciona constantemente, haciendo muy difícil que una máquina consiga interpretar todos los matices de la comunicación humana.

Si alguna vez has usado un corrector automático para traducir un texto habrás podido comprobar que el resultado muchas veces no se entiende bien, contiene errores de sintaxis, etc.

 

2. Los traductores automáticos no entienden de sinónimos

Uno de los principales problemas que presentan los traductores automáticos son los sinónimos, palabras que significas varias cosas distintas. A las máquinas les cuesta interpretar cuál es el sentido de la palabra en un contexto concreto. Un error de este tipo puede tener consecuencias nefastas.

 

3. Los tecnicismos son un obstáculo en la traducción automática

En muchas ocasiones se realizan traducciones técnicas o traducciones especializadas en un campo concreto que presentan multitud de tecnicismos o argot propio. Hay que conocer muy bien, e incluso tener experiencia en, el sector para poder traducir correctamente los textos y utilizar el término correspondiente en el idioma de destino.

Una máquina nunca podrá igualar la capacidad de un profesional de la traducción que además tiene conocimientos o experiencia en el campo jurídico, médico, etc.

 

4. Una mala traducción puede provocar la pérdida de credibilidad

Especialmente en el caso de las marcas, una mala traducción puede provocar una pérdida de credibilidad y que los consumidores decidan dejar de adquirir sus productos o servicios. Por ejemplo, en el mercado de las aplicaciones móviles podemos encontrar muchas que fracasan en ciertos mercados porque la traducción de los textos era muy deficiente e impedía su correcta utilización. Por lo tanto, antes de realizar una traducción automática piensa bien dónde va a aparecer el texto o qué uso se le va a dar.

 

Haz tus traducciones a chino con un profesional nativo

El mandarín, comúnmente conocido como chino, es un idioma muy complejo. Está compuesto por 85 568 caracteres y 370 000 palabras. A su vez, cada carácter suele estar formado, por al menos, dos caracteres que se superponen (uno define el significado y otro el fonema).

Por lo tanto, a la hora de traducir textos al chino mandarín hay que conocer bien los caracteres que representan el significado y los que definen el fonema, así como sus múltiples combinaciones, para dar con la palabra correcta.

Para descifrar o escribir los caracteres chinos también hay que memorizar cada trazo; una tarea nada sencilla, ya que en algunos casos puede haber hasta 18 líneas en un único carácter. Con los ordenadores la labor de escritura se simplifica; sin embargo, no queda otro remedio que aprender cada uno de los caracteres para poder reconocerlos.

El chino es, por tanto, todo un reto en la traducción. Por lo tanto, lo más recomendable es contar con un profesional nativo que garantice la calidad y la veracidad del texto traducido.

 

Preguntas y respuestas sobre la traducción especializada en chino

Sí, en Alphatrad contamos con profesionales nativos que conocen ambas lenguas a la perfección para poder traducir textos del español al mandarín y viceversa.

Mientras que con un traductor automático la calidad no se puede probar; una agencia de traducción garantiza la calidad de los textos y utiliza sistemas informáticos para asegurar la fidelidad de los contenidos.