¿Cuáles son los límites de la traducción con IA?

La inteligencia artificial ha experimentado un gran auge en los últimos años y se ha convertido en una herramienta muy útil para traducir contenidos muy diversos en muy poco tiempo y a bajo coste. Sin embargo, a pesar de sus muchas ventajas, la traducción con IA tiene ciertas limitaciones que merece la pena destacar.

 

IA y traducción: ¿en qué punto nos encontramos?

La inteligencia artificial surgió en la década de 1950 y se ha desarrollado exponencialmente en los últimos diez años. Mediante la creación de algoritmos y el uso de datos masivos (big data), este proceso pretende imitar la inteligencia humana.

Las herramientas de inteligencia artificial evolucionan constantemente y arrasan en muchos sectores, y la industria de la traducción no es una excepción. Se calcula que el mercado de la traducción automática tendrá un valor de 716,05 millones de dólares en 2024, y debería seguir creciendo hasta alcanzar los 927,01 millones de dólares en 2029 (Fuente: mordorintelligence.com).

 

Traducción con IA: ventajas, pero también limitaciones

El uso de la IA en la traducción ofrece importantes ventajas, la más obvia de las cuales es la capacidad de procesar grandes volúmenes de texto en un tiempo récord. Los sistemas de traducción inteligente más potentes pueden traducir hasta 40 000 palabras por minuto (Fuente: omniscien.com). A menudo gratuitos o disponibles a bajo coste, estos traductores automáticos ofrecen una solución muy rentable.

A pesar de sus innegables ventajas, el uso de la IA para la traducción tiene una serie de limitaciones:

 

Traducciones de calidad incierta

Las herramientas de IA son cada vez más potentes y ahora son capaces de autocorregirse y aprender de sus errores, lo que les permite producir contenidos cada vez de mayor calidad. Sin embargo, la calidad de las traducciones generadas por la IA aún no es igual a la de un traductor humano. En efecto, las herramientas de inteligencia artificial tienden a menudo a generar traducciones palabra por palabra y a pasar por alto ciertas sutilezas lingüísticas. Esto puede dar lugar a una lectura tediosa y poco fluida.

Además, los programas de traducción automática a veces dejan escapar errores sintácticos o un lenguaje torpe. La calidad será aún menor si la IA trata de traducir contenidos en idiomas poco comunes, para los que dispone de un bajo volumen de datos.

 

No siempre se tienen en cuenta los matices culturales

Gracias a las tecnologías de procesamiento del lenguaje natural (PLN) y de aprendizaje profundo (deep learning), la IA ha progresado considerablemente en su capacidad para tener en cuenta el contexto del contenido que debe traducirse. Sin embargo, las traducciones generadas por IA no siempre son capaces de adaptar el texto al público destinatario y a los códigos culturales vigentes en el país afectado por la traducción. La intención original, el estilo editorial, los códigos culturales y las costumbres locales pueden pasar a menudo desapercibidos para las herramientas de IA. Sin embargo, estos elementos son fundamentales para obtener traducciones respetuosas con la cultura local y fieles al texto original.

En este sentido, las herramientas de traducción inteligente aún no están a la altura de los conocimientos, la sensibilidad y la creatividad del traductor humano.

 

Límites significativos para los sectores especializados

Las limitaciones de los programas de traducción basados en IA son especialmente agudas en el caso de las traducciones muy especializadas y de gran envergadura (contenidos médicos, jurídicos, financieros, etc.). En el sector jurídico, por ejemplo, la traducción requiere una precisión infalible y a menudo debe tener en cuenta los códigos y normativas vigentes en el país de destino.

A la hora de traducir un documento contractual, un acta notarial o un documento de estado civil, el más mínimo error puede socavar la validez del documento traducido, además de generar malentendidos, incomprensión e incluso disputas entre las partes implicadas.

Además, para ser válido ante las autoridades extranjeras, este tipo de documento requiere muy a menudo los servicios de un traductor jurado, capaz de traducir y certificar la traducción para dar fe de su valor jurídico.

→ En Alphatrad, gracias a nuestra red en toda Europa, ofrecemos servicios de traducción jurada que incluyen todos los trámites de legalización y apostilla, si fuera necesario.

 

¿Qué nos depara el futuro en el campo de la traducción con IA?

Dadas las limitaciones inherentes a las herramientas de inteligencia artificial, la intervención humana sigue siendo indispensable durante el proceso de traducción para garantizar un resultado fiel y de calidad que tenga en cuenta la dimensión cultural en su conjunto y que pueda explotarse directamente.

Sea como fuere, está claro que, para seguir siendo competitivos, es esencial que los agentes del mercado de la traducción aprendan a trabajar con IA para mantenerse a la vanguardia de estos avances tecnológicos en constante evolución.

En este sentido, la traducción neuronal con posedición, que consiste en refinar y corregir los textos traducidos por la IA, es una alternativa interesante que combina lo mejor de la IA y de los humanos, para conseguir traducciones rápidas, rentables, de alta calidad y fiables.