¿Hay que traducir tus CGV al inglés?

Tanto si se trata de proteger tu empresa, de aumentar la satisfacción de tus clientes o de tranquilizar a tus clientes potenciales, traducir tus condiciones generales al inglés puede resultar especialmente útil si tratas con una clientela multilingüe.

 

Pero…. ¿qué son las CGV?

Las CGV (Condiciones Generales de Venta) son un documento contractual que elabora un proveedor o prestador de servicios para un usuario. Las CGV proporcionan un marco para la venta de productos o prestación de servicios en línea: contienen todas las aclaraciones correspondientes a la futura transacción y  permiten establecer los límites de responsabilidad en caso de litigio.

Se trata de un documento que recoge toda la información que el cliente debe conocer antes de finalizar su compra. Las CGV figuran en una página específica del sitio web, que suele encontrarse en la parte inferior de la página.

Las CGV son obligatorias para determinadas actividades, especialmente para las empresas B2C que comercializan productos.

Las cláusulas de las CGV son redactadas libremente por el proveedor, pero deben cumplir determinadas normas específicas. En particular, deben mencionar las condiciones de la venta, las modalidades de entrega, las tarifas, las condiciones de pago, etc.

 

¿Por qué traducir al inglés tus CGV?

La traducción de las CGV al inglés es fundamental si la empresa se dirige a una clientela internacional, ya que el inglés es la lengua de referencia en el mundo de los negocios.

Esto no es obligatorio, pero existen algunos riesgos si no se traduce este documento, que debe ser comunicado al consumidor «de forma clara y comprensible». Las CGV resultan imprescindibles para garantizar el adecuado desarrollo de una transacción. La traducción de las CGV al inglés protege a la empresa y al consumidor, informa y tranquiliza al potencial cliente y evita ambigüedades, lo que contribuye a aumentar en gran medida la satisfacción del cliente. Además, en caso de litigio, unas CGV no traducidas pueden incitar al cliente a impugnar su consentimiento.

 

¿Cómo traducir tus CGV al inglés?

Como puedes comprobar, traducir tus CGV al inglés presenta una serie de retos importantes. Por otra parte, y teniendo en cuenta el valor jurídico y el carácter técnico de este documento, es imprescindible que lo traduzca un traductor especializado en traducciones jurídicas, cuya lengua materna debe ser el inglés, y que sea originario del país al que va dirigida la traducción. Este punto es de gran importancia, puesto que existen numerosas diferencias entre el inglés británico y el americano, tanto a nivel léxico, como gramatical, ortográfico, etc.

Solamente un traductor especializado en la traducción de documentos jurídicos y que posea un sólido conocimiento del derecho, puede garantizar una traducción de calidad para redactar unas CGV claras, explícitas y precisas. Esto es crucial para evitar litigios causados por errores de interpretación o malentendidos por parte del cliente debido a una traducción deficiente.

 

Preguntas frecuentes sobre la traducción de las CGV al inglés

Para traducir tus CGV al inglés con la mayor precisión posible, necesitarás un traductor especializado en traducción jurídica, cuya lengua materna sea el inglés, y  sea originario del país al que va destinada la traducción.

El inglés es la lengua de referencia universal. Traducir tus CGV al inglés te permite comunicarlas a un público muy amplio. No obstante, si deseas dirigirte a un público internacional, también puede resultar conveniente traducir tus CGV a la lengua materna de tus clientes.

No es obligatorio traducir tus CGV al inglés, pero es muy recomendable hacerlo para tranquilizar al cliente y evitar posibles litigios.