Traducción automática – lo que puede y no puede hacer

Un día de oficina como cualquier otro: han llegado correos electrónicos de un nuevo socio en Japón y una solicitud de demanda de un importante cliente de Helsinki o Milán. El empleado encargado de responder lo hace en inglés; la comunicación transfronteriza está a la orden del día en todos los países. Pese a que en determinada correspondencia en inglés a veces no entiendes ni pío, crees que hoy no hay problema: basta con introducir el texto recibido en el programa de traducción automática y en un abrir y cerrar de ojos te la mostrará en el idioma que prefieras. Tan simple como esto, ¿no? Cierto, si no fuera porque el éxito en los negocios también depende de una comunicación correcta... 

En plena era de la globalización hay más necesidad de traducción que nunca: transacciones comerciales internacionales, correspondencia, contratos, transcripciones, ofertas, documentación, sitios web, intercambios de información científica, etc. Asimismo, la extensión de los textos ha aumentado en gran medida. Sin embargo, encargar todas las traducciones a traductores o agencias de traducción no es, a menudo, posible, ya sea por falta de tiempo o por motivos presupuestarios.  

Debes saber hasta qué punto puedes confiar en una traducción automática y lo que se puede esperar de ella, y cuándo debes recurrir a los servicios de un traductor profesional. Porque todo lo que comunicas repercute en tu imagen. Además, dependiendo del país, el tratamiento de las personas, la estructuración y legibilidad de tus textos son criterios cruciales para entablar una relación comercial posterior y, por consiguiente, para el éxito de tu propio negocio.   

En el mercado existen, con grandes diferencias cualitativas, herramientas de traducción gratuitas, tales como Deepl Google Translate, y otros programas profesionales de traducción, que se actualizan, optimizan y amplían constantemente, por ejemplo, con respecto a determinadas exigencias específicas de un sector.

 

Ventajas e inconvenientes de la traducción automática

Nos hemos permitido resumir en una tabla las ventajas e inconvenientes más significativos:

Ventajas de la traducción automática Desventajas de la traducción automática
Coste muy económico e incluso gratuito Por lo general le falta fluidez y la construcción de las frases provoca que, a menudo, el texto sea incomprensible.
Siempre disponible Solo traduce palabras y no tiene capacidad para leer entre líneas o hacer hincapié en los aspectos más importantes de un texto.
Capacidad de traducir grandes cantidades de texto en un tiempo mínimo Es incapaz de diferenciar entre palabras o composiciones gramaticales que pueden tener significados diferentes, por ejemplo, entre “banco” como entidad financiera o como mueble, o entre “ajustar una máquina” o “ajustar cuentas”.
Traduce a múltiples idiomas simplemente pulsando un botón A menudo suministra frases excesivamente largas y carentes de sentido.
  Los textos traducidos por programas profesionales requieren con frecuencia una revisión exhaustiva, sobre todo en cuanto al uso de los términos especializados de cada sector.

 

Conclusión: Si valoras los textos bien estructurados, comprensibles y fácilmente legibles, tendrás que confiar el trabajo de tu traducción a un profesional. Y si utilizas un traductor automático, precisarás, como mínimo, que alguien revise y adapte el texto traducido antes de su publicación.

 

Consejo adicional en caso de grandes volúmenes de texto

Si necesitas traducir grandes cantidades de texto, tendrás que decidirte, tras una cuidadosa selección, por un programa de traducción profesional determinado. Para textos estandarizados —por ejemplo, los destinados a manuales sencillos—, estos programas pueden proporcionar resultados aceptables.   

 

No recomendado: traducción automática de textos destinados al marketing y la publicidad

Para la traducción de textos destinados a acciones de marketing o publicitarias los programas de traducción automática no son adecuados, ya que solo son capaces de traducir palabras, pero no de transmitir correctamente mensajes que se benefician de las finuras del idioma o la elección de palabras clave o emblemáticas. Sin embargo, para comunicaciones sencillas la traducción automática puede, a menudo, conseguir resultados satisfactorios.

 

¡Atención con los textos legales, tales como contratos o condiciones de venta!

¡No intentes bajo ningún concepto traducir automáticamente textos jurídicos! Los contenidos de estos textos son muy complejos y los errores conducen inexorablemente a la pérdida de una causa o incluso a costosas consecuencias legales, por no hablar del tiempo que se pierde entre aclaraciones mutuas.